Después nueve días de pretemporada llegó el turno de salir a la cancha. Julio César Falcioni decidió armar un equipo mixto, es decir algunos titulares con jugadores que habitualmente no juegan.
De arranque a Boca le costó hacer pie, algo lógico ya que los trabajos de pretemporada fueron muy duros. San Lorenzo tomó la iniciativa pero se encontró con Sebastián Sosa, quien tuvo un gran primer tiempo.
Promediando la primera parte del encuentro, apareció el Boca que quiere la gente. Primero lo tuvo Chávez, pero el volante se tomó un tiempo demás, después el que probó fue Roncaglia, pero su remate se fue desviado.
Cuando se estaba terminando Salgueiro tuvo la gran chance a través de un penal, pero otra vez apareció el uruguayo y lo detuvo.
En el segundo tiempo las cosas cambiaron, el Xeneize se paró unos metros más arriba e intentó progresar en el campo. Sin muchas ideas fue Pablo Mouche el delantero más peligroso, que lucho contra todos los defensores pero le faltó compañía.
La entrada de Sánchez Miño le dio más juego al equipo, el juvenil demostró toda su clase y eso que no jugó en su posición.
El partido terminó 0-0 y con una figura indiscutida: Sebastián Sosa.
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