Boca tuvo todas las de ganar , pero se encontró ante un imponente Saja y no pudo quebrar el cero que abriera el partido . Ni siendo 2 mas se pudo sacar algo positivo de este clasico que tuvo de todo, menos goles.
Aunque los xeneizes terminaron el partido con dos jugadores más, por las expulsiones de Pelletieri y Teo Gutiérrez, no vieron con malos ojos la igualdad por 0-0 que les allanó el camino al título; la Academia, el único escolta, quedó a ocho puntos de la cima cuando quedan doce en juego.
Se habló de un partido crucial en el último tramo del Apertura. Y lo fue: quedó confirmado que la distancia conseguida le permitirá a Boca mantenerse sin mayores sobresaltos en la escapada al título y también que a Racing le faltó el fuego de un candidato, si es que alguna vez lo tuvo, en la oportunidad que se le presentó en una Bombonera con señales festivas.
Algo no le cerró a Boca, pese a que mantuvo la diferencia de ocho puntos con la Academia. Aún debe de estar dándole vueltas el partido por la cabeza, con cada uno de sus matices. Los muchos momentos favorables, en los que sólo Saja sostuvo a Racing. Y también aquellos de incertidumbre por una puntería que nunca terminó de afinarse y que, a la larga, le impidió llevarse la victoria ante un adversario que terminó con dos jugadores menos, tras las expulsiones de Pelletieri y Teo Gutiérrez .
No todo se resumirá en la responsabilidad de Boca, por supuesto. El resto habrá que achacárselo a Racing, a sus ambiciones recortadas y aspiraciones inestables. A estas alturas, lo mismo le daba un empate que una derrota.
Las campañas quedaron sintetizadas en algunos trazos. Boca, por ejemplo, siempre se movió en bloque y jamás desestabilizó la estructura colectiva. En la teoría, el empate le servía, pero se plantó de entrada en el campo rival. Chávez fue directo en busca del área y del pase entre líneas. Somoza quitó y relevó. Clemente, infatigable, colaboró en el ataque. Erviti hizo un poco de todo, hasta se enfrascó en los reproches con el volátil Teo Gutiérrez. Sólo que esta vez no estuvieron sincronizados los atacantes. Mouche puso empeño, pero se cegó en el último pase o no acertó con los centros. Quedó la imagen del final: cuando se perdió la victoria por no habilitarlo a Colazo, mejor ubicado. Y Blandi, importante en la función de pivote, falló en un cabezazo en el borde del área chica, con el arco de frente: la pelota fue directa a Saja.
Racing, por caso, esperó los movimientos xeneizes y actuó en consecuencia. Gio Moreno entró en contacto con la pelota, pero se perdió en lujos arriesgados. Pelletieri equilibró el medio campo hasta que se excedió con la pierna fuerte. Con Teo Gutiérrez desconectado, Hauche fue al frente como pudo. Ni siquiera, con una buena técnica en muchos de sus futbolistas, se protegió con la pelota en su poder. Apenas si pateó una vez al arco en el primer tiempo y Orion frustró el remate de Hauche, tras una combinación con Teo.
La figura de Saja se agigantó con tiros desde lejos, los de Chávez e Insaurralde, y con cada centro neutralizado a tiempo. Otra vez el N° 1 dejó a salvo a la Academia, como en buena parte del Apertura. Enfrente, Cahais se llevó la pelota por delante y Hauche no fue preciso en otra réplica.
No se apartaron de la ruta que marcaron de antemano. Boca y Racing siguen invictos y son los equipos a los que menos goles les hicieron: 3 y 4, respectivamente. Ocho puntos los separan. La distancia parece justa. Uno no supo cómo estirarla. Y otro, con el freno puesto, no quiso acortarla.
0 comentarios:
Publicar un comentario